[REPORTAJE] Por qué UEFA le ha sacado tanta ventaja a CONMEBOL: Políticas, Números, Datos y Resultados.

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©Conmebol.com

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Hace 16 años, o cuatro mundiales, que Sudamérica no saca a un campeón del mundo. Desde la primera copa mundial en Uruguay 1930 hasta Corea-Japón 2002, lo normal era la alternancia entre Europa y América del Sur. Nunca hubo más de dos mundiales seguidos en los que uno u otro continente saliera campeón. Pero desde Alemania 2006 hasta Rusia 2018, todos los mundiales han sido para los europeos, que incluso sumaron a un campeón inédito: España en Sudáfrica 2010. De hecho, el subsaldo es aún más funesto. En esos cuatro torneos solamente un equipo sudamericano alcanzó la final: Argentina en Brasil 2014 y otro, Uruguay, obtuvo el cuarto lugar en Sudáfrica 2010. Brasil, a su vez, también quedó cuarto tras perder en 2014 con Holanda, que finalizó tercero. Y digamos que eso sería. El resto, sólo eliminaciones tempranas que para algunos son triunfos morales.

Pero por primera vez, en Rusia 2018, el mundo empezó a preguntarse por qué Europa se escapó tanto y/o por qué Sudamérica se quedó tan atrás, de una manera que por ahora parece inalcanzable.

Para Harold Mayne-Nicholls, expresidente de la ANFP (Chile) y exoficial de FIFA, las razones son claras:

“La diferencia en la administración y la organización, finalmente se ha volcado en el campo de juego. Los europeos han sacado distancias siderales en cuanto a organización de sus eventos y a la administración de sus recursos. Con ello han podido volcar más tiempo al factor de preparar profesores que enseñen fútbol y de paso mejorar la calidad técnica de sus jugadores. En nuestro continente, muchos siguen creyendo que los futbolistas nacen, no se hacen. Por ello, limitan sus enseñanzas a aspectos que consideran que deben ser sabidos y no todos los jugadores aprenden los conceptos necesarios del fútbol moderno. Lo otro que ha sacado una gran ventaja a favor de Europa es el uso de tecnología y profesionales preparados en cada función.”

Mucho de lo que Mayne-Nicholls argumenta da en el clavo y es lo que UEFA se encarga también de explicar claramente en sus distintas plataformas. La información que publica y que expone esta diferencia ha estado siempre disponible. Sólo había que buscarla y unir los puntos.

EUROPA

Dos años después del último título mundial sudamericano y justo antes de la Eurocopa de Portugal en el año 2004, la UEFA, en aquel entonces liderada por, quizás el más famoso y determinante de sus presidentes, el sueco Lennart Johansson, lanzó un programa llamado HatTrick con la intención expresa de desarrollar al máximo el fútbol en toda Europa y permitir que este deporte quedara al alcance de todos aquellos que quisieran practicarlo. Y cuando digo todos, me refiero a que el programa desde ese entonces también apuntó a desarrollar el fútbol femenino. Niños y niñas, hombres y mujeres, todos son beneficiarios del programa HatTrick, cuyo nombre fue elegido porque apunta a tres pilares para desarrollar el fútbol: Asistencia financiera; compartir conocimiento; y educación.

ASISTENCIA FINANCIERA

HatTrick es un programa solidario que se financia con las ganancias obtenidas de cada Eurocopa por conceptos de auspicio y televisación. Aproximadamente el 85% de estos fondos se reinvierten directamente en fútbol y van a las 55 asociaciones nacionales de cada país a través de este esquema.

El primer ciclo de HatTrick, entre 2004 y 2008, reinvirtió €301.6 millones; el segundo ciclo, entre 2008 y 2012, €408.1 millones; el tercer ciclo, entre 2012 y 2016 reinvirtió €498.2 millones y ahora en el ciclo actual, entre 2016 y 2020, los fondos destinados a reinversión son de €600 millones. Entre 2020 y 2024 la UEFA ya se comprometió a reinvertir €775 millones. Si sumamos todo el dinero de estos ciclos, para 2024, la UEFA habrá invertido, a través de HatTrick, casi €2.600 millones en 20 años, entregados a las asociaciones nacionales de cada país afiliado, para desarrollo del fútbol.

Pero olvídense que este dinero se lo pueden gastar como se les ocurra, que es lo que derivaría en corrupción. No. Las asociaciones deben responder por cada centavo del “dinero HatTrick” que reciben y solamente lo pueden usar para lo siguiente:

  • Implementar el sistema de licencia de clubes UEFA.
  • Proyectos de integridad y probidad gubernamental.
  • Programas de responsabilidad social.
  • Continuar con el desarrollo de fútbol base, juvenil de elite y femenino.
  • Y, por último, para continuar con el desarrollo técnico de entrenadores y árbitros.

Durante el ciclo actual de HatTrick, anualmente se le ha entregado a cada asociación hasta €1.9 millones. Y otros €3.5 millones se han reservado para proyectos de desarrollo que deben ser aprobados por el comité del programa. Una vez ejecutados, este comité junto a la administración de UEFA se encargan de fiscalizar el proyecto de principio a fin para asegurar que los fondos sean utilizados correctamente. Además, según consigna UEFA en su portal, HatTrick garantiza fondos para asegurar que “las asociaciones puedan participar en las competencias juveniles, femeninas y amateur de UEFA, asegurando que tantos jugadores y jugadoras como sea posible tengan la oportunidad de actuar a un gran nivel internacional.”

COMPARTIR CONOCIMIENTO

El programa también se encarga de hacer que todo el gran tesoro de conocimiento organizacional y deportivo existente en Europa se comparta entre asociaciones. Así, se organizan talleres y seminarios de marketing, leyes, auspicios, comunicaciones, organización de eventos y manejo de crisis, entre otros temas, donde además se asegura de que sean las asociaciones más grandes o con más experiencia las que traspasen su conocimiento a las asociaciones más pequeñas o con menos experiencia.

EDUCACIÓN

Y en el área de educación, HatTrick financia iniciativas para que todos los actores que intervienen en el fútbol se capaciten constatemente, desde funcionarios de las asociaciones hasta exjugadores, con certificaciones y masters en football management, asuntos legales y fútbol femenino entre otros. También buscan permanentemente comprometer a aquellos grandes protagonistas del fútbol que saben y que tienen la experiencia para sumarlos a estas capacitaciones.

Además de HatTrick, la UEFA tiene otro programa llamado GROW fundado en 2015, que ofrece consultorías diseñadas a medida para cada asociación que lo requiera, con el fin de apoyar su desarrollo en áreas específicas, desde cómo mejorar la imagen del fútbol, su propia imagen, aprovechar las redes sociales y los recursos digitales para comprometer al público y hacerlo participar en torno a sus iniciativas, hasta el desarrollo de su estrategia de negocios para que puedan generar las ganancias suficientes que les permitan sostener y mantener su desarrollo más allá del apoyo de UEFA. Hasta el momento 34 asociaciones, de las 55 que componen UEFA, se han unido a GROW, entre ellas Portugal, Islandia, Holanda, Bélgica, Malta, Suecia y Ucrania.

Por supuesto, el éxito de este tipo de programas se mide por sus resultados. Quizás el caso más destacado de lo que HatTrick y GROW han logrado es el de la selección de Islandia: Por primera vez clasificaron a un torneo mayor de selecciones, la Euro 2016, llegando a cuartos de final. Luego también obtuvieron la primera clasificación de su historia a un mundial, Rusia 2018, dejando una actuación memorable frente a Argentina en fase de grupos, donde serían posteriormente eliminados. Además, en el fútbol femenino han clasificado a las tres últimas Eurocopas.

Pero yendo al trabajo de base que ha permitido estos resultados, por ejemplo, según consigna la UEFA en su página web, con el dinero del programa HatTrick, la Asociación de Fútbol de Islandia (KSÍ) ha construido 111 minicanchas de fútbol con sistema de calefacción subterránea para que la gente pueda jugar durante todo el año, incluso en sus despiadados inviernos. En un país cuya población es de 320.000 habitantes, el 10% de los hombres y el 4.4% de las mujeres que lo habitan juega fútbol. Es una de las tasas más altas de participación futbolística en Europa.

Básicamente, mientras más canchas haya y más torneos se organicen, más niños, niñas, hombres y mujeres pueden acceder a jugar fútbol y, por lo tanto, más talentos se pueden detectar y formar. En el fondo, es la real y verdadera encarnación del concepto de “fútbol para todos”.

UEFA apoya todo este desarrollo no sólo con dinero y asesorías sino también con investigaciones que aportan datos e información específicos de la asociación correspondiente, para que los usen de manera que puedan mejorar aquello en lo que flaquean. Al mismo tiempo, se incentiva el intercambio de experiencias entre asociaciones para mutuo beneficio.

Además del trabajo de UEFA, por supuesto también ha sido fundamental lo que han hecho de manera individual las propias asociaciones para crear bases institucionales que les permitan desarrollar el fútbol en sus países, como Francia con Clairefontaine o Bélgica con su programa de detección y formación de talentos, por ejemplo. Pero que cada país pueda contar con el apoyo financiero, logístico y fiscalizador constante de su confederación es invaluable y fundamental.

De esta manera, con la ayuda de los programas antes descritos, por ejemplo Bélgica, Holanda y Portugal construyeron sus nuevos y modernos centros nacionales de entrenamiento; Islas Faroe y San Marino construyeron sus estadios nacionales; Austria desarrolló una academia de fútbol femenino que ha formado a jugadoras que fueron parte de la selección semifinalista en la Eurocopa femenina de 2017; Finlandia construyó una serie de canchas artificiales e indoors para poder jugar fútbol durante todo el año; Bielorrusia ofrece un servicio de streaming gratuito para que los hinchas puedan ver los partidos de su campeonato local en la página oficial de la asociación; y Kosovo está planeando la renovación de su estadio nacional.

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Lo importante aquí es ver cómo Europa está basando su desarrollo futbolístico actual en una política de años que busca darle máxima prioridad a la masificación de la práctica del fútbol con canchas bien equipadas y mantenidas. Que todos tengan acceso a jugarlo si eso es lo que quieren, generando las condiciones para que el fútbol base tenga el espacio que le permita evolucionar a talento juvenil y luego profesional adulto. Esto en hombres y mujeres.

En general, se trata de la construcción de una cultura europea de fútbol como actor social y deportivo en permanente desarrollo.

Claramente, otro factor al que hay que dar suficiente crédito es el hecho de haber abrazado la diversidad de capacidades que la inmigración le ha entregado al fútbol europeo. Las asociaciones han sabido ver y cuidar el talento, entregándoles oportunidades de desarrollo para potenciar sus aptitudes, sin discriminar ni insinuar que no son dignos de representar al país en el que nacieron, o al que llegaron siendo muy pequeños, sólo porque se ven distintos o porque sus padres vinieron de otros lugares del mundo. Más allá del caso específico de Mesut Özil, quien reclama lo contrario y tiene todo el derecho de expresar lo que siente.

En todo esto, lo más importante es la construcción de un círculo virtuoso en el que se posiciona como piedra angular la planificación y la visión a largo plazo para lograr el desarrollo que luego lleva a los resultados que a su vez harán que se obtenga el dinero para continuar con el crecimiento del proyecto.

SUDAMÉRICA

“En Sudamérica se sigue insistiendo en que el talento natural para jugar a la pelota debiera ser la única herramienta que permita jugar al fútbol. Y en lo netamente operativo y organizativo, mientras en Europa se siguen jugando torneos sub-21 para ir preparando selecciones para el futuro, en Sudamérica se eliminó esta competencia por lo onerosa que era. Así la renovación de jugadores también tarda más de la cuenta.” – Harold Mayne-Nicholls, expresidente ANFP y exoficial FIFA.

Al lado de América del Sur, lo de Europa parece un cuento de hadas. Para nosotros, un sueño. Para ellos, muy real. Si hablamos de clubes, por ejemplo, suele ser todo lo contrario: salvo contadas excepciones, no hay ni planificación, ni proyecto, ni ideas, sólo el interés de vender jugadores lo más rápido posible, sin desarrollarlos, y la urgencia de los resultados para generar dinero que cubra necesidades inmediatas. Y a nivel continental, durante décadas, la CONMEBOL fue usada por la cofradía mafiosa de Nicolás Léoz, Julio Grondona, Ricardo Teixeira, Eugenio Figueredo y Eduardo Deluca, además de corruptos de poca monta como Luis Bedoya, Sergio Jadue, Juan Ángel Napout, Luis Chiriboga y Carlos Chávez, entre otros, para sacar provecho personal de manera ilícita, como una cómoda y muy bien engranada máquina de hacer dinero, que jamás usaron para engrandecer ni modernizar las asociaciones ni al fútbol sudamericano, sino simplemente para robárselo.

Se suponía que el paraguayo Juan Ángel Napout, sucesor de Nicolás Léoz como presidente de la CSF (como se le llamaba antes a la Confederación Sudamericana de Fútbol) haría las cosas de manera distinta, pero también terminó arrestado como un corrupto más. En tal caos, la presidencia de la CONMEBOL fue asumida por su compatriota Alejandro Domínguez quien, hasta el momento, parece estar limpiando décadas de basura acumulada y bajo su mando, sólo en 2017 se creó un programa llamado Evolución que guarda bastantes similitudes con GROW de UEFA.

Conmebol Evolución

Programa CONMEBOL Evolución – ©Conmebol.com

Una fuente al interior de CONMEBOL, que prefirió no ser identificada, asegura que dentro de la CSF se ha discutido mucho esta diferencia y que responsabilizan mayormente a la venta de jugadores jóvenes a Europa, lo que ha impulsado a los países de ese continente a  cultivar sus propios talentos en vez de salir a “comprarlos” afuera, también un tanto forzados por la Ley Bosman de 1995 que limita la adquisición de jugadores no nacidos en la Comunidad Europea. Además, dice que efectivamente la dirigencia sudamericana está preocupada de angostar esta brecha y que ha mirado a Europa para intentar copiar los buenos ejemplos.

“Una de las preocupaciones del presidente Domínguez guarda relación con ir tomando las buenas experiencias que se han hecho en Europa y traerlas a Sudamérica. Es el caso de la final única de Copa Libertadores que se hará el próximo año. Pero también, a nivel de desarrollo, CONMEBOL está haciendo un trabajo muy fuerte con el programa Evolución que no sólo está enfocado en las divisiones menores, sino que incluso a nivel de fútbol escolar. Hay una preocupación potente de que las competencias a nivel de fútbol joven tengan un mayor desarrollo. Ahí se están concentrando los recursos y ahí se está buscando que vayan todos los dineros que están ingresando por la televisión y los contratos nuevos que está haciendo esta nueva CONMEBOL (…) También hay preocupación por desarrollar la licencia de clubes, de manera que no se deje de lado el fútbol femenino. No solamente basta con el talento futbolístico, sino también con la organización.”

La misma fuente asegura además que ahora las cosas en CONMEBOL son “más transparentes” y que se están controlando todos los procesos institucionales y los movimientos financieros “con fiscalización interna y externa”, porque la idea es que los dirigentes “no vivan del fútbol, sino que vivan para el fútbol” a diferencia de las administraciones anteriores.

Sí, suena bonito, prometedor… incluso da cierto alivio. Pero dado el historial de la CSF en los últimos 40 años, al menos yo conservo un escepticismo que me hace ser precavida y esperar a que realmente haya resultados y se pruebe que los manejos realmente son limpios. Para mí, Alejandro Domínguez y su mesa directiva están condicionales, sujetos a probar que las cosas se pueden hacer mejor. El recorrido lleva poco, pero el camino parece -insisto, parece- estar bien iluminado por ahora.

El tema es que Europa ya le sacó 16 años de ventaja a Sudamérica. Si se fijaron, el momento en el que UEFA inicia estos programas y comienza con este trabajo, desde 2004 hasta hoy, coincide justo con la cantidad de años en los que América del Sur comenzó a quedarse atrás en títulos. Por lo tanto, no es coincidencia. Ahora, una cosa es el nuevo trabajo de CONMEBOL, que aparenta ir en la dirección correcta, pero otra cosa también es el trabajo y la mentalidad de quienes comandan las distintas asociaciones de fútbol sudamericanas y ahí sin duda hay muchísimo trabajo educativo y cultural que hacer. Por ahora sólo nos queda estar atentos, confiar y esperar, que el tiempo una vez más revelará todo.